No
confundas el valor de las cosas con el
precio de las cosas.
La primavera y el verano son mal época para las estadísticas de
accidentes. Las fiestas, las ferias, las carreteras convencionales, los
trayectos cortos, el “yo controlo” no te preocupes. Y las compitas que
acompañan a la alegría del momento, alcohol o drogas, ¡da lo mismo! ante la
incapacidad de conducir un vehículo por cualquier de estas circunstancias, hay
que dejar el coche o la moto en casa, hay que evitar subirse al vehículo con
ese amigo que no está en condiciones de conducir, y lo que es más importante,
hay que intentar de convencerlo de que
él no lo haga.
Como podemos empañar, un día de fiesta, un fin de semana de “pasarlo
bien” o disfrutar de la compañía de nuestros amigos en cualquiera de las Ferias
que han comenzado a encenderse por nuestra geografía, repletas de luz, color y
música y todos los ingredientes necesarios para que todo salga bien. Menos,
cuando, nuestra mente nos engaña, y nos dice:
“Qué estamos preparado para conducir, que podemos llegar a casa
rápidamente y sin complicaciones, y que conocemos un atajo donde no hay
controles, ni radares y es difícil que nos paren”
Cuando empecemos a pensar, en nuestra seguridad y en la de los demás,
independientemente, si las instituciones llenan las arcas con nuestras
sanciones, con nuestras infracciones y con nuestras inconscientes acciones al
volante. Porque lo importante, es que seamos conscientes en todo momento de lo
que hacemos cuando nos ponemos al volante para actuemos en consecuencia, y al
final no tengamos que lamentar ninguna desgracia.
Tenemos que ser capaces, de encontrar soluciones a nuestra movilidad en
Ferias y fiestas. Generalmente, los ayuntamientos de estas localidades,
refuerzas el servicio público para que podamos desplazarnos con toda seguridad
a nuestros domicilios, otra de la soluciones pasa, por el amigo, compañero, que
no prueba alcohol, ese día, y sabe que tiene que convertirse en el “conductor
responsable” para dejar a cada uno en casa.
Taxis, autobuses, metro, seguro que podemos encontrar, ¡si queremos más
de una solución! en vuestra mano esta.
CONCLUSIÓN:
No esperemos a que ocurran las cosas para ponerles solución. No dejemos
a que nuestra mente nos juegue una mala pasada, pongamos remedio, antes de que ocurran
las cosas.
La multa es lo de menos, la sanciones se pagan y seguimos adelante,
recuerda “La mente es el motor de la
vida. Conduce tu mente” Y por tú bien, no te equivoques, “No confundas el valor de las cosas, con el
precio de las cosas” La vida, nuestra vida y la de los demás no tiene
precio.
Y suele ocurrir que de los buenos momentos de expansión y disfruten,
llega el caos, para convertirlo todo en tristeza y oscuridad.
¡Pásalo bien!, disfruta de la vida, y procura recordar los mejores
momentos con alegría, que esa Feria y esa fiesta de tu pueblo o ciudad dejaron
en ti. Pero, hazlo con responsabilidad. “Si bebes, deja te lleven”.
La primavera y el verano son mal época para las estadísticas de
accidentes. Las fiestas, las ferias, las carreteras convencionales, los
trayectos cortos, el “yo controlo” no te preocupes. Y las compitas que
acompañan a la alegría del momento, alcohol o drogas, ¡da lo mismo! ante la
incapacidad de conducir un vehículo por cualquier de estas circunstancias, hay
que dejar el coche o la moto en casa, hay que evitar subirse al vehículo con
ese amigo que no está en condiciones de conducir, y lo que es más importante,
hay que intentar de convencerlo de que
él no lo haga. 
Cuando empecemos a pensar, en nuestra seguridad y en la de los demás,
independientemente, si las instituciones llenan las arcas con nuestras
sanciones, con nuestras infracciones y con nuestras inconscientes acciones al
volante. Porque lo importante, es que seamos conscientes en todo momento de lo
que hacemos cuando nos ponemos al volante para actuemos en consecuencia, y al
final no tengamos que lamentar ninguna desgracia.
