BMW desvela la tercera generación de su todoterreno X5,
que tiene prevista su llegada a los concesionarios el próximo mes de noviembre.
Por primera vez desde que debutara en 1999, la nueva versión del X5 dispondrá
de una variante sin tracción integral permanente: será el sDrive25d, de
tracción trasera, que apenas consumirá 5,6 litros a los 100 km.
El nuevo X5 presenta ligeros cambios en su diseño, aunque
deben ser considerados significativos en el proceso de modernización de la
gama. Sus líneas horizontales se muestran ahora más agresivas, realzando el
largo de su silueta; por detrás, la zaga suaviza sus formas con 'curvas' que
huyen de las caídas angulosas de la generación anterior; y visto desde frente,
sólo varía la estructura de los faros redondos dobles, que ahora llegan a tocar
con la parrilla clásica de BMW.