Plantea cerrar la planta de Bochum al fin del ciclo de
vida del Zafira Tourer, no despedir hasta 2016 y congelar salarios en Alemania
El grupo automovilístico estadounidense General Motors ha
dado a conocer su plan estratégico para la marca Opel, que contempla la
posibilidad de que la compañía fabrique vehículos de otras marcas en las
factorías que posee la firma alemana en Europa, con el fin de mejorar la
competitividad y la utilización de sus centros productivos.
La intención de la corporación es reducir los costes en
el conjunto de la empresa y, más concretamente, en el proceso productivo, para
lo que busca disminuir su dependencia de vehículos y de componentes importados.
El plan de General Motors para la marca automovilística
alemana contempla una utilización total de los centros productivos de Opel, con
tres turnos de trabajo, para lo que podría recurrir a la fabricación de
vehículos de otras marcas del grupo.
General Motors, que señaló que estas propuestas están
siendo debatidas con los sindicatos, también plantea el cierre de su centro
productivo de Bochum al final del ciclo de vida de la actual generación del
Zafira Tourer y se espera que el centro cierre en 2015.
La compañía explicó que debatirá con los sindicatos no
sólo el nivel de utilización de los centros de Rüsselsheim, Eisenach y
Kaiserslautern, todos ellos en Alemania, sino también el futuro de Bochum,
donde la firma no tiene previsto fabricar ningún nuevo modelo, debido a la
difícil situación económica y a la demanda prevista para el futuro.
SIN DESPIDOS HASTA 2016.
Asimismo, la empresa plantea no llevar a cabo despidos
obligatorios en su plantilla hasta 2016 y congelar la subida salarial prevista
en sus centros de Alemania para 2012. Este plan estratégico para Opel, que se
votará por los trabajadores el próximo 28 de junio, contempla inversiones
significativas en producto entre 2012 y 2016.
De esta forma, General Motors prevé desarrollar 23 nuevos
modelos de las marcas Opel/Vauxhall entre 2012 y 2016, así como 13 nuevas
motorizaciones y otros modelos con sistemas de propulsión eficiente, como el
Opel Ampera.
Esta ofensiva de producto permitirá a Opel incrementar su
cuota de mercado en Europa, como parte de la estrategia de la empresa orientada
a volver a la rentabilidad, para lo que también llevará a cabo una mejora de la
eficiencia operacional y una reducción de costes.
General Motors también se beneficiará de las sinergias de
la cooperación con el consorcio galo PSA Peugeot-Citroën y tiene previsto
implementar un plan para aumentar sus ventas en Rusia y Turquía, así como pasar
de 5.000 a 20.000 unidades vendidas al año en China.
El consejero delegado de Opel, Karl-Friedrich Stracke,
afirmó que deben trabajar de forma conjunta con los sindicatos para obtener
unos resultados positivos y sostenibles de sus operaciones en Alemania.
"Opel necesita ajustar su negocio para posibilitar la rentabilidad incluso
en condiciones de mercado difíciles", añadió.
Por su parte, el presidente del consejo de vigilancia de
General Motors, Steve Girsky, señaló que la corporación estadounidense apoya
"completamente" el plan propuesto por Opel, que contempla la mejora
de su competitividad operacional. "Opel es una pieza clave en nuestras
operaciones globales y creo firmemente que estamos moviéndonos en la dirección
correcta", aseguró.