AMANECER
Un fino rocío cubre las verdes hojas de los naranjos en la primavera
de 1958… En la plaza del Ayuntamiento, desierto escenario… luces apagadas… luz
de luna llena, comenzará a bullir la vida del pequeño pueblo andaluz. Al
amanecer, Juan, inmerso en una rutinaria parsimonia, abrirá la antigua taberna
situada junto al bello edificio consistorial. Con esa escena se levantará el
telón y se iniciará el desfile cotidiano de los consuetudinarios protagonistas.