Un propósito de enmienda
Hace
una semana el Ministro, Jorge Fernández, hacia balance del año 2014 en cuanto a
seguridad se refiere.
Números
fríos pero objetivos, detrás de los cuáles siempre hay desgracias y tragedias
personales con nombres y apellidos. Padres y madres, hermanos, tíos, primos,
hijos... Ellos se quedaron en la carretera y en corazón de sus seres queridos y en el recuerdo de sus amigos. Ellos, que
trabajaron duro por conseguir objetivos en la vida. Sus estudios, sus
profesiones, inalcanzables a veces, pero, con esfuerzo se hicieron realidad,
hasta que un día cualquiera, sus sueños se truncaron, se quedaron en una curva,
en el asfalto, en un exceso de confianza a grandes velocidad o simplemente en
una distracción.
No
sé, si nuestro sino está escrito, o si cada uno tenemos "los días
contados", la verdad, yo no lo sé. Pero de lo que si estoy seguro es que,
de nuestros conocimientos, aptitud, y de nuestra actitud, cada vez que vayamos
a conducir un vehículo depende nuestra seguridad y la de los demás.
Es
cierto, que cada vez deberíamos estar más preparados para conducir, y es tan importante que no pasemos a engrosar las frías cifras de los Balances de
Seguridad Vial, que tenemos que poner todo nuestro empeño para tomarnos mucho
más en serio nuestro presente, y todo lo que nos queda por vivir.
No
adelantemos acontecimientos, no hay prisa.