Esta semana hemos conocido los datos del último control
sobre velocidad realizad por la Dirección General de Tráfico.
Los españoles suspendemos en muchas cosas pero nunca en
lentitud, y perdón por la frivolidad.
Son muchos los datos que podemos extraer de estos 800.000
vehículos que se han controlado, pero uno de los más significativos, ha sido,
sin duda, que 40.447 conductores ha sido denunciados por ir a más
velocidad de la debida según la condiciones de la vía, además, cinco
conductores ha sido puesto a disposición judicial por un delito contra la
seguridad vial al conducir a una velocidad superior en ochenta kilómetros por
hora a la permitida en dicha carretera.
Después volveremos a los números que son muy
significativos, pero la pregunta es muy clara ¿A qué se debe que corramos
tanto?
Qué las carreteras son muy buenas, que los caballos de
nuestros vehículos nos lo permiten y no nos damos cuenta a la velocidad que
vamos o que nos da exactamente igual de todo, o “hacemos de nuestra capa un
sayo” y seguimos haciendo lo que nos da la gana, sin tener en cuenta nuestra
seguridad ni la de los demás.
Es cierto, que han sido un 5´2 % los conductores denunciados
y que la gran mayoría conducía según las normas. Aunque es indudable que cada
vez que la DGT pone en marcha un control de velocidad, los índices de los
denunciados aumenta.
Estos datos lo puede corroborar cualquiera de los
conductores que circulen por las carreteras de España cada día. En ciudades en
zonas donde no se pueden sobrepasar los 30 o 50 km horas, le aseguro que son
más del 5% lo que incumplen las normas, y si conducimos por autovías o
autopistas podemos comprobar a diario, como vehículos comerciales, entre otros,
sin olvidar a los grandes vehículos Premium, como nos adelantan prácticamente
volando. O quien no ha visto laguna vez a un turismo de no más de 90 CV
enganchado al viento. Y si hablamos de motocicletas, algunos son verdaderas
flechas sobre el asfalto.
En honor a la verdad, hay que decir que la gran mayoría,
afortunadamente, cumplen con las normas
y son prudentes conduciendo, sin tener en cuenta a las sanciones que se
exponen:
UNA
INFRACCIÓN GRAVE O MUY GRAVE…
Circular a una velocidad superior a la permitida supone
cometer una infracción grave o muy grave según estipula la Ley de Seguridad
Vial y sancionada con multas de 100 a 600 euros y con la retirada de 2 a 6
puntos, en función de la velocidad a la que se circule.
Y
TAMBIÉN DELITO
Además de estar catalogada como infracción grave o muy
grave, los grandes excesos de velocidad son delito, tal como recoge el artículo
379 del Código Penal.
Así es, todavía la gran mayoría hace bien las cosas,
pero, sin duda, hay que poner en su sitio, aquellos conductores, que circulan
por las carreteras, sin tener en cuenta, al peligro que están exponiendo a las
demás personas. Esos kamikazes deben de ser sancionados de forma que nunca más
pongan en peligro la seguridad de las personas. Estoy hablando de prevenir no
de sancionar, o ¿Qué sentido tienen que ingresen en prisión una vez que le han
quitado la vida a alguien?
Educación, Educación y Educación…no le den más vuelta no
tiene sentido.