Desde
1995, la compañía ha logrado reducir un
37% la emisión de dióxido de carbono de su flota en Europa, que se situó en
2013 en 133 g/km. El objetivo es alcanzar un descenso del 50% en 2020.
Son
datos que se desprenden de la Memoria de Sostenibilidad de 2013 del Grupo BMW,
que también señala que el uso de recursos y las emisiones por vehículo
producido se han reducido una media de 6,6% con respecto a 2012, lo que ha
generado un ahorro de 6,8 millones de euros. De hecho, en los últimos siete
años, el descenso del consumo de energía ha sido del 31%, el de agua del 33,1%,
el de aguas residuales un 42,7%, el de desechos no reciclables un 69,7%, el de
emisiones de disolventes un 36,7% y el de emisiones de dióxido de carbono un
35,2%.