LA
VIOLENCIA NO CONDUCE A NADA
Todo tiene un límite. Las reivindicaciones
que vienen realizando los taxistas españoles por la competencia desleal -según
ellos-, que les están haciendo las empresas VTC se están saliendo de madre. Una
cosa es movilizarse, realizar un plan activo de medidas tendentes a que la
administración se siente con ellos en una mesa para DIALOGAR sobre las posibles
soluciones al sector. Y otra, tomarse la justicia por su mano y utilizar la
violencia como único argumento para solucionar el conflicto.
He podido comprobar cómo
algunos energúmenos han roto cristales de vehículos, han lanzado piedras sobre
vehículos en marcha VTC con el
consiguiente peligro de la integridad física de las personas, han cortado
carreteras, quemado neumáticos, e incluso ha habido lesiones importantes a los
propios taxistas en cargas policiales y cortado el paso de vehículos en marcha.