“OJANA”
Una mujer alta y delgada entra en el
lujoso concesionario. Su cabello largo y oscuro acaricia la cazadora blanca que
cubre su esbelto torso. Asido a su brazo, camina un niño que aparenta nueve o
diez años. Detrás de ellos, un hombre algo más alto que la mujer, con atuendo
deportivo, lleva de la mano a una niña poco más pequeña que su hermano. La
cuarentona pareja se dirige con sus hijos a un crossover de color rojo y chapa metalizada.
El vendedor los recibe con una abierta sonrisa, un traje impecable y una cabeza
afeitada sobre su cuerpo rollizo. Después de los saludos de rigor, comienza el
repaso exterior e interior al reluciente vehículo.