LA
PICARESCA MATA
“Ya no saben qué hacer para
multarnos”, esta es la reflexión de un conductor a un medio de
comunicación nacional la pasada semana. Esto viene en relación a que la Dirección General de Tráfico (DGT) iniciará,
próximamente, las pruebas de sus nuevas 'armas' para supervisar las carreteras:
furgonetas y camiones camuflados que se encargarán de controlar el uso del
móvil y del cinturón de seguridad.
Esta frase de siete
palabras, es algo que en distintos círculos se ha convertido en algo común.
¿Quién no la ha oído en alguna ocasión? En círculos próximos, este axioma
fundamenta el criterio de muchos conductores. El de aquellos que en esta España
nuestra cree que la picaresca genética de la tierra piensa que es mejor “darle la vuelta a las normas” antes que
respetarlas. Aquellos que quitan el píe del acelerador, dejan de hablar por el
móvil mientras conducen, o se ponen rápidamente el cinturón de seguridad cuando
otean en el horizonte a los miembros de la Agrupación de la Guardia Civil de
Tráfico.
Por eso desde la Dirección
General de Tráfico, están siempre urdiendo como acabar con esta picaresca tan
nuestra de creer que ellos luchan contra nosotros, y no se dan cuenta, que esta
guerra es contra nosotros mismos.
Si desde la DGT, no cejan con
el empeño de buscar nuevas iniciativas que prevean un posible accidente es por
el interés que tiene el Estado, en este caso, de reducir las víctimas en la
carretera. No se trata de pagar o no una multa, se trata de que las NORMAS están para cumplirlas por el simple
hecho de que “nos podemos matar al volante o podemos matar a otras personas. No
hay más”.
No se trata de que no nos
multen o que actuemos de una forma u otra si nos encontramos con un agente de
la autoridad. Se trata de que actuemos con libertad de conciencia cuando
sabemos que estamos cumpliendo las normas y de esta manera veremos a la Guardia
Civil como señoras y señores, que están ahí en la carretera para “servir y
proteger a los ciudadanos” no como simples inquisidores y recaudadores
públicos.
Si pensamos de esta forma,
estaremos EDUCANDO en el civismo a nuestros pequeños, si cuando accedemos a
nuestro vehículo lo primero que hacemos es ponernos el cinturón de seguridad,
si mientras conducimos no utilizamos el móvil y si, además, en todo momento
cumplimos las normas, tendremos más posibilidades de acercarnos a un mundo
ideal, donde los accidentes de tráfico serían un
mal recuerdo. Pero si, por el contrario, pensamos como el individuo que piensa
“ya no saben qué hacer para multarnos”, estaremos haciendo un flaco favor a nuestros propios hijos y a
nuestros semejantes. Ese señor anda muy cortito de valores, educación y seguro
que todo lo que hace, rezuma falta de CONCIENCIA
y civismo. No es un ejemplo para una sociedad del presente, que piensa en el
futuro donde todos podamos vivir, sobre todo CON RESPETO.
Pero aún hay más, que “se aprieten
los machos” los conductores que se sienten perseguidos, porque la DGT quiere subir las infracciones por ir hablando
por el móvil mientras se conduce, de tres
puntos, que retiran actualmente, pasaran a seis.
Así, amigo/a solo hay un camino pensar en cumplir las NORMAS.
Con afecto y respeto,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com