EL QUE MAL EMPIEZA…
Vaya, vaya, vaya…la navidad ha cerrado de forma provisional
con 34 muertos en las carreteras. Es el mismo número de víctimas que el año
pasado, aunque esta vez el operativo ha tenido dos días más.
Por una cosa o por otra, ya saben los mismos de siempre,
conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas, sobrepasar los límites
de velocidad, las distracciones, etc…en total se han producido 32 accidentes.
Se trata del balance del periodo comprendido entre las tres
de la tarde del viernes 23 de diciembre hasta las doce de la noche de ayer
mientras que las navidades del año pasado tuvieron dos jornadas menos, ya que
el periodo comprendía entre el viernes 23 de diciembre de 2015 y el 6 de enero
de 2016.
El día más siniestro fue el domingo día 1 de enero con
cinco muertos en otros tantos accidentes, seguido del jueves 29 de diciembre,
con cuatro fallecidos en igual número de siniestros mientras que hubo tres
jornadas sin accidentes mortales, el viernes 30 de diciembre, el martes 3 de
enero y el sábado 7.
El dispositivo especial de la DGT preveía 16,7 millones de
viajes y se ha dividido en tres fases.
Si es la misma historia de siempre, algo se estará haciendo
mal. A lo más optimista, que se le vaya quitando de la cabeza lo de no pagar
multas por infracción, incluso se está estudiando la posibilidad de
endurecerlas (carnet por puntos).
Hay un colectivo que entiende muy mucho del tema, son los
Fiscales en Seguridad Vial, manejan los datos, conocen perfectamente las
condiciones de las carreteras, los datos técnicos de los vehículos cuando se produce
un accidente, ¡y cómo no! los excesos humanos en cuanto a conducción se
refiere.
Creo que está haciendo falta, más temprano que tarde un
Congreso sobre Seguridad Vial en España, y lo de poner los medios que sean
necesarios encima de la mesa para poner fin a esta “enfermedad galopante que
son los accidentes de tráfico”. He oído hace unos días que se va a estudiar la
posibilidad de que la Seguridad Vial, se convierta en una asignatura escolar,
algo que venimos pregonando desde estas página hace muchos años. Me congratula
esta noticia y espero que se pongan los cimientos de hoy para un futuro más
seguro sobre ruedas.
CONCLUSIÓN:
Tecnología y seguridad vial
La Comisaria Europea de Transportes ha instado a los
Estados miembros a intensificar su labor coercitiva y de sensibilización. La
Comisaria puso el énfasis, en esta materia, en la tecnología e innovación, que
determinan cada vez más el futuro de la seguridad vial, de suerte que a medio y
largo plazo la conducción automatizada y conectada, por ejemplo, presenta un
potencial enorme de prevención de las colisiones, y la Comisión, según el mismo
comunicado citado, se propone elaborar en el segundo semestre de 2016 un plan
maestro para el despliegue de sistemas de transporte inteligente cooperativos,
que permiten una comunicación bidireccional entre vehículos, así como con y
entre las infraestructuras viarias.
Educación vial: única estrategia segura
El Fiscal de Sal Coordinador de la Seguridad Vial, por su
parte, coincide en la necesaria aplicación eficaz y proporcionada de la ley
administrativa y penal como condición indispensable, aunque no la única, para
reducir la siniestralidad.
También el diseño de un estatuto jurídico del peatón y
ciclista para su convivencia armónica en la ciudad, la mejora del estado de las
vías, señalización, alumbrado, reducción de límites de velocidad y estado de
los vehículos con el matiz de que el envejecimiento del parque móvil se debe a
la crisis económica y traduce la desigualdad ante la seguridad de quien no
tiene recursos para costeársela. En definitiva es precisa una estrategia global
y científica ante las nuevas realidades. Podemos afirmar e insistir, sin temor
a equivocarnos, que la educación vial es ahora más que nunca, sin demérito de
las demás, la única estrategia segura para disminuir las tragedias, casi todas
evitables, que tienen lugar en las vías públicas.
Nos fuimos en 2016 con la palabra EDUCACIÓN en la boca y
volvemos con ella en 2017. ¡A que esperamos!
Buen fin de semana familia, y cuidado en la carretera.
Pepe Bejarano