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sábado, 16 de diciembre de 2017

CEDA EL PASO



ADOCTRINAMIENTO


En los medios de comunicación, en las tertulias radiofónicas y televisivas, en los círculos políticos y en la calle, tenemos una palabra que   se ha significado por su frecuente aparición en los últimos meses. Es la palabra adoctrinamientoacción y efecto de adoctrinar─. La convulsión independentista que ha estallado en Cataluña ha sido la causa de su proliferación.

Muchas personas doctas, con autoridad académica, han manejado el término con ecuanimidad y han hecho exposiciones objetivas que todos hemos tenido la oportunidad de escuchar. Pero otros, no exentos de academicismo y retórica, lo han utilizado de manera torticera ─confundiéndolo con educación─, con la única intención de embarullar a la opinión pública, en beneficio propio… Es, por supuesto, mi punto de vista.

sábado, 2 de diciembre de 2017

CEDA EL PASO



                           SOLIDARIDAD, ESA PRECIADA VIRTUD




El reloj de la torre del Ayuntamiento dio las cinco campanadas en una tarde primaveral. Algunos minutos más tarde, los alumnos salían por la puerta de la Escuela Unitaria de Niños. A pocos metros, un hombretón de pelo nevado llamó la atención de los escolares y comenzó a contar una pequeña historia:


“Una fría mañana del mes de enero, bajé por el ramal que llega hasta la carretera negra. De repente, fui abordado por un desaliñado sujeto de poblada barba y abundante cabellera.

Amigo me dijo, si me da una peseta, le explico qué es el mundo.

Pues venga le contesté, sacando la única moneda que llevaba en el bolsillo y depositándola en su mano.

El mundo es una esfera que gira sin parar, donde cada uno va a su avío y yo voy al mío.

Y como alma que lleva el diablo, se perdió entre las encinas y alcornoques de la dehesa.”

sábado, 18 de noviembre de 2017

CEDA EL PASO





                                  UN VIAJE A PORTUGAL









Circulamos por el Puente Vasco de Gama. Los 12,3 Km de este puente atirantado, magnífica obra de ingeniería construida sobre el estuario del río Tajo, lo convierten en el más largo de Europa. Nos dirigimos a Sevilla ─nuestro lugar de residencia─, después de unos placenteros días de estancia en la seductora Lisboa, capital y mayor ciudad de Portugal. Es el momento de volver la  vista atrás…                                                                                                                                                                                         
Empezaba a clarear el horizonte ─sábado, 21 de octubre─, cuando iniciamos el periplo. Algo más de 200 Km hasta los aledaños de Badajoz ─cielo plomizo y ligeros chubascos─; otros tantos kilómetros por autopista de peaje en tierras portuguesas; un majestuoso Puente 25 de Abril sobre el río Tajo y un navegador GPS permitieron que, antes de la hora prevista, el recepcionista nos proporcionara la información necesaria para alojarnos en un cómodo hotel de la capital lusa.

sábado, 4 de noviembre de 2017

CEDA EL PASO con Fernando Monge







Es un hecho cierto que las campañas de seguridad vial fluyen con generoso caudal y llegan a todos los sectores de la sociedad de una u otra manera: los reiterados mensajes de la DGT, la Educación Vial en los centros de enseñanza, las revistas de motor y las diferentes asociaciones dedicadas a elaborar estadísticas y a sugerir actitudes, para que el tráfico sea más seguro, son muestras evidentes de tan digna labor; pero esas campañas… ¿Reducen la siniestralidad? Pues yo creo que sí, y creo además que, al ser difundidas con perseverancia ─preciada virtud─, las personas y entidades difusoras acrecientan las posibilidades de lograr sus objetivos.

sábado, 21 de octubre de 2017

CEDA EL PASO por Fernando Monge






Eran las siete de la mañana cuando sonó la alarma del móvil que estaba encima de la mesita de noche. Pedro se incorporó con parsimonia y se dirigió al cuarto de baño para refrescar su rostro con el agua del lavabo. Levantó la cabeza en dirección al espejo y, haciendo una mueca burlona, contempló sus desaliñados cabellos. Desperezándose, volvió al dormitorio y conectó los auriculares al teléfono para escuchar las noticias de la mañana. La voz aterciopelada de la locutora llegó a sus oídos:

─”Un conductor, con apenas tres meses de carné y quintuplicando la tasa de alcohol, empotra su coche contra una farola”.

─”Los vuelcos de un coche y un autobús, en sendos accidentes ocurridos en  la SE-30, provocan tres heridos graves”.

─No tenemos arreglo ─masculló mientras continuaba con el aseo personal.

Una hora más tarde, Pedro, conduciendo un utilitario gris, se dirigía a su centro de trabajo. Laura, una compañera de profesión, ocupaba el asiento del copiloto. La circulación, que era cada vez más densa, mostraba un plató en el que se escenificaba el transcurrir cotidiano: un lento desfile de vehículos, un estridente sonido de bocinas, un intercambio de airadas expresiones:
 
─¡Será posible, otro semáforo!

─¡Eh!, ¿no ves que ya está en verde?

─¡Menos prisa, hombre!, ¿por qué no te has levantado una hora antes? 

─Parece que son viejos conocidos ─ironizó Pedro.

─Sí, se tratan con mucha confianza ─continuó Laura con una pincelada de complicidad.

Poco después, cuando  el utilitario gris se detuvo en el semáforo que se encontraba a la salida de una rotonda, se colocó a su izquierda un vehículo pilotado por un conductor que, con grandes aspavientos y bajando el cristal, increpó:

─¿Qué pasa, no cedemos el paso?

Pedro, con una pasmosa tranquilidad, dijo al desaforado:

─¡Oiga!, que usted es el que tiene que ceder el paso.

─¡Lo que faltaba!, otro que no sabe circular por las rotondas. 

El iracundo, sin dejar de gesticular y mirando con cara de desprecio a su interlocutor, rebasó el semáforo en rojo.

─¡Qué energúmeno! 

─Tranquila, Laura.

─¡Pero si es que no tiene razón! No sé cómo puedes mantenerte tan sereno en estas ocasiones.

─Pues verás ─dijo Pedro─, como intento ser un buen conductor, tengo el deber de conocer y respetar el código de la circulación vial para conducir de forma segura, y todo me funciona mucho mejor si mantengo una actitud de permanente equilibrio emocional ante situaciones adversas.

─Es verdad, el equilibrio emocional nos proporciona la calma y la serenidad que, aderezadas con un entorno cordial y  un profuso respeto al medio ambiente, nos permitirán ir sobre ruedas ─añadió Laura.

Familia: calma, serenidad y saludos cordiales.

Fernando Monge
 21/Octubre/2017

sábado, 7 de octubre de 2017

CEDA EL PASO con Fernando Monge




Una valla publicitaria interactiva



Como es un hecho frecuente, creo que todos hemos presenciado, casi a diario, las escenas que tienen lugar en las inmediaciones de la mayoría de los pasos de cebra de nuestra ciudad y, cuando viajamos, también podemos presenciarlas en otras ciudades de la geografía nacional o internacional. 

Para situarnos en un escenario próximo a nuestro entorno, les voy a contar una vivencia personal que aconteció un tórrido día del pasado mes de agosto:

Poco antes de las nueve de la mañana, para evitar los rigores del calor que estábamos padeciendo, decidí dar un paseo con la buena disposición de mejorar la salud del cuerpo y del espíritu. Continuando con esa buena disposición, y haciendo un ejercicio de educación vial, me dirigí al paso de cebra más cercano para atravesar la calzada con la debida precaución. Cuando paré y miré, pude comprobar que no todos los conductores detenían sus vehículos como mandan las normas de tráfico. 



Hasta aquí todos de acuerdo, ¿verdad? ¿Pero qué ocurrió cuando me puse a observar el movimiento de los peatones y su deambular por la calzada a pocos metros del paso de cebra? Pues que pude presenciar secuencias tan variopintas como: la joven saltarina que sorteaba, en un santiamén, los metros que separaban una acera y la de enfrente; el señor mayor que caminaba pausadamente apoyado en su andador; la pareja que empujaba el carrito del bebé y, al mismo tiempo, manipulaba el móvil…


Yo sé que es muy difícil corregir esos malos hábitos, pero estoy seguro de que los responsables de la seguridad vial ─de todos los países del mundo─ no cejan en su empeño. Una muestra de ello, que viene aquí como anillo al dedo, es la campaña francesa para concienciar a los peatones, utilizando una valla publicitaria interactiva que funciona de la siguiente manera:

Cuando el peatón despistado o incívico cruza las calles de París de forma indebida, es detectado por la vigilante y traviesa valla publicitaria interactiva que emite el ruido que haría un coche al frenar de manera precipitada. El peatón se lleva un susto de muerte creyendo que va a ser atropellado. El desconcierto y la inquietud desaparecen cuando, unos metros más adelante, la valla muestra la cara demudada del imprudente individuo acompañada de un eslogan: “Ne prenez pas le risque de voir la mort en face  (“No te arriesgues a ver la muerte en tu cara”).

Los colaboradores de esta revista digital consideramos que todas las medidas encaminadas a salvar vidas son plausibles,  así que un "chapó" por los ingeniosos publicistas que, según nos cuentan fuentes fidedignas, están consiguiendo excelentes resultados.

Amigos lectores de  TODOMOTOR, que sean felices y, por favor, eviten los sustos.

Fernando Monge