Impulsada por las preocupaciones sobre el cambio climático y la creciente regulación, particularmente en Europa y Asia, la industria automotriz global está en camino a la adopción masiva de la electromovilidad a medida que desarrolla nuevos productos y los lleva al mercado.
No se sabe con certeza cuán rápida y completa será esa transición, pero lo que ya es evidente es que trae consigo nuevos desafíos para los fabricantes de automóviles y sus proveedores. Y con esos desafíos, nuevas soluciones.
