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sábado, 30 de septiembre de 2017

LA ROTONDA con Pepe Bejarano



¿SE SOSTIENE LA MOVILIDAD?


¿Es sostenible la movilidad en nuestras ciudades, hoy día y en el futuro?

Además, de la preocupación de intereses del ser humano y su entorno… ¿Existen intereses económicos, que hacen que se ralentice la puesta en marcha de medidas?

Movilidad sostenible es un concepto nacido de la preocupación por los problemas medioambientales y sociales ocasionados por la generalización, durante la segunda mitad del siglo XX, de un modelo de transporte urbano basado en el coche particular. Los inconvenientes de este modelo, entre los que destacan la contaminación del aire, el consumo excesivo de energía, los efectos sobre la salud de la población o la saturación de las vías de circulación, han provocado una voluntad colectiva por encontrar alternativas que ayuden a paliar los efectos negativos de este modelo y a idear un nuevo modelo de ciudad sostenible.
Entre las medidas que se han puesto en marcha para paliar este problema, está:

desplazarse a pie, en bicicleta o en transporte público en lugar de en coche siempre que sea posible, compartir un coche entre varios compañeros para acudir al trabajo, desde el punto de vista tecnológico, se está trabajando en sustituir los vehículos contaminantes por vehículos limpios:

los vehículos eléctricos a batería, los híbridos o los vehículos eléctricos impulsados con pila de combustible de hidrógeno entre otros.

Es evidente, que, si entre todos no le damos solución al problema, todos saldremos perdiendo, está en juego, nuestra salud; por eso todos los esfuerzos a minimizar la situación son bienvenidos.

Y volvemos a entrar en la parte cívica de la situación. Si tenemos un buen servicio público de transporte, hagamos uso de él, si podemos ir al trabajo andando o en bicicleta, su salud se lo agradecerá. tenemos que poner de nuestra parte. Al igual, que los Departamentos de Movilidad de los Ayuntamientos y demás instituciones, ellos tendrán que instrumentar las medidas necesarias para que podamos utilizar el transporte público, la bicicleta o cualquier otro medio que podamos utilizar para desplazarnos. Las administraciones, deberán premiar a aquellos ciudadanos que deje el coche en casa, o Adquira vehículos no contaminantes, y las empresas automovilísticas, tenderán a ponerse las pilas, para crear vehículos, no contaminantes y a precios asequible. No nos olvidemos de las infraestructuras para que este tipo de vehículos puedan recargarse. En definitiva, es un problema que entre todos tendremos que darle solución.

CONCLUSIÓN:

Las políticas para potenciar una movilidad sostenible deben contemplar varios objetivos:


  •               configurar un modelo de transporte más eficiente para mejorar la competitividad del sistema productivo.
  •              mejorar la integración social de los ciudadanos aportando una accesibilidad más universal.
  •  ·            incrementar la calidad de vida de los ciudadanos.

  •             no comprometer las condiciones de salud de los ciudadanos.

  •             aportar más seguridad en los desplazamientos.

El catálogo de políticas públicas que cabría desarrollar para lograr los objetivos dibujados en el escenario de eficiencia en la movilidad es muy amplio. Algunas propuestas válidas, como:

Planificación y diseño urbanístico favorable a la movilidad sostenible. Las ciudades deben dar una prioridad a un diseño urbanístico que favorezca los modos no motorizados. 

Fiscalidad favorable al uso de la eco-movilidad. Los modos de transporte público, bicicleta, automóvil compartido -en la modalidad de car-pool y car-sharing-, deberían disfrutar de deducciones fiscales. 

Cambio en los modelos tarifarios del transporte público. Deben crearse, asimismo, abonos con esta periodicidad y con tarifa plana para moverse por toda una CCAA. Electrificación del transporte público urbano, bien con la construcción de redes de tranvía, bien por el cambio de flotas de autobuses de motor de explosión por otros híbridos.

Cambio en la prioridad de las inversiones del transporte interurbano. España es ya el que dispone en este capítulo de la mejor dotación por habitante. 

Dentro de la ciudad la prioridad debe ser la gestión y la pacificación del tráfico y no la construcción de túneles, atajos o aumentos de capacidad en viario para coches. La misma pacificación llevará al crecimiento de los modos sostenible no motorizados, en bicicleta y a pie.

Debe iniciarse la tasación del combustible del transporte aéreo hasta situarla, en un plazo de cinco años, en el mismo nivel impositivo por impuestos especiales que tienen ahora los combustibles del transporte convencional por carretera.

Cambios en el enfoque institucional para gestionar la movilidad. Un cambio muy claro sería, por ejemplo, la transformación del Ministerio de Fomento en un Ministerio de Movilidad y Transportes, o de Transportes y Energía.

Aprobación de un marco normativo básico que regule la movilidad, El gran crecimiento que el escenario de eficiencia energética otorga al transporte público no se podrá abordar sin un nuevo marco financiero que lo haga posible.

Proyección vial a futuro, la planeación de las infraestructuras urbana tiene que proyectarse a la posterioridad dependiendo el crecimiento poblacional de un determinado sitio.

Promoción del uso compartido del automóvil mediante leyes que establezcan las pautas de transparencia y eficiencia energética y que no suponga competencia desleal respecto a sectores del transporte público de viajeros.

Cualquier aportación que cada uno de nosotros podamos hacer a este ideario, creo que será útil para que el día a día en el desplazamiento por nuestras ciudades no sea, insano, cogestionado y estresante. Pensemos en el futuro de nuestros hijos y hagamos posible un ambiente más limpio para todos.

Familia, buen fin de semana.
Pepe Bejarano.