viernes, 30 de julio de 2021

EXTREME E: LA AVENTURA EN LA QUE MENOS ES MÁS

 Mattias Ekström abre las puertas del paddock del equipo ABT CUPRA XE, dónde todos los recursos se aprovechan al máximo



Equipos de ocho personas y la ausencia de público, una de las claves para reducir el impacto medioambiental
El campeonato tiene como filosofía visibilizar la importancia de lograr un mundo más sostenible



“No hay duda que mucha gente piensa: ¡esto no es Fórmula 1! No, no lo es, ni de lejos. Pero aprender a vivir con menos es un gran desafío”. A Mattias Ekström, piloto masculino oficial del equipo ABT CUPRA XE, participar en Extreme E le ha cambiado la perspectiva de muchas cosas. En una competición que busca concienciar al mundo de la importancia de la sostenibilidad, la electrificación y la igualdad, el embajador de CUPRA nos muestra cómo vive esta aventura en la Odisea eléctrica.

Un paddock aprovechado al milímetro. Todos los equipos que participan en el campeonato cuentan con un paddock del mismo tamaño. Se trata de una tienda en la que cada rincón se aprovecha para sacar el mayor rendimiento al espacio. “Es como una tienda de campaña y es todo el espacio que se nos permite tener. El coche es muy grande, con un ancho de 2,20 metros, así que hay que sacar partido a cada milímetro cuadrado. Si miras al suelo puedes ver un ventilador de refrigeración, el extintor, las protecciones… todo lo que los mecánicos necesitan. Puede parecer un caos, pero no lo es. Es un caos organizado”, comenta el piloto.

Un equipo reducido. Un ingeniero, un mánager, cuatro mecánicos y dos pilotos. Este es el componente humano que forma parte del equipo ABT CUPRA XE. Una cifra que queda lejos de las que se manejan en otras competiciones. Pero en las dos carreras que ya han disputado, en Arabia Saudí y Senegal, han demostrado que son más que suficientes. “Cuando es necesario todo el equipo ayudamos, incluso los pilotos. Cada mano cuenta”, explica Ekström.

El backstage. Los secretos se encuentran en la parte posterior. El cargador, imprescindible al tratarse de coches 100% eléctricos, y neveras para enfriar las baterías y así poder recargarlas más rápido. También, un espacio donde se toman todas las decisiones estratégicas de la carrera. Justo al lado, Ekström bromea con el rincón más peculiar: “el sitio más romántico es esta cabina negra de un metro por uno. Aquí es donde me puedo cambiar, es un lujo”, comenta sonriendo el embajador eléctrico de CUPRA.


Una aventura para la reflexión. Esta experiencia va mucho más allá de ser una competición. El objetivo principal es concienciar al mundo de la necesidad de conseguir un planeta más sostenible. Por esta razón, no hay público, para así reducir la huella medioambiental en cada ubicación. El próximo premio será en Groenlandia el 29 y 30 de agosto, después de visitar el desierto de Arabia Saudí y el Lac Rose de Senegal. Allí, continuará el aprendizaje. “De esto trata también la Extreme E, de intentar concienciar a las personas para cuidar más el medio ambiente. Y, para ello, hay que aprender a ser feliz con menos”, concluye Mattias Ekström.

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