viernes, 3 de marzo de 2017

VISIBLEMENTE DISCRETO

La extraordinaria calidad de Porsche está en todos los detalles. Esta claridad se ve continuamente en el interior del vehículo, y lo mejor es que no se trata de algo demasiado llamativo. Con la "combinación de colores", la calidad corporativa de Porsche garantiza al cliente una satisfacción total a través de un intenso contacto con tonos y materiales. "Más de 600 componentes visibles deben ser coordinados en un esquema de color unificado", comenta Frank Moser, Vicepresidente de Calidad Corporativa en Porsche AG. "Como nuestros coches tienen una gran individualización, el proceso es muy complicado". Por ejemplo, el interior del nuevo Porsche Panamera se puede pedir en cinco tonos de color únicos y en otros cinco más con dos tonalidades combinadas. En la práctica eso significa que todo, desde la moqueta hasta el habitáculo completo y el techo interior, son del mismo estilo de color y compatibles con cada situación de iluminación.


Los colores del interior están definidos por los diseñadores de estilo. El siguiente paso es crear una muestra base de color que se utiliza para evaluar pieles, pinturas, plásticos, películas, tejidos, moquetas e hilos. El reto consiste en elegir exactamente la tonalidad de color adecuada para que no desentone. El resultado sólo puede considerarse perfecto cuando cada pieza instalada en el habitáculo produce un dibujo uniforme en combinación con todos los demás componentes visibles de la misma tonalidad de color.

Los matices más finos en el color o en las variaciones del nivel de brillo de una superficie determinan la armonía completa. "Incluso desviaciones mínimas son percibidas por el ojo humano, creando un mosaico visual", dice Simone Fett, responsable de combinaciones de color para el interior, que trabaja con su equipo para crear ese sentimiento de satisfacción en el habitáculo de todos los modelos. La combinación de colores se basa en los altos estándares de calidad de Porsche. El objetivo de encajar los colores es asegurar que las piezas compradas para la producción de los vehículos no tengan diferencias entre ellas y, por ejemplo, el interior en tono Marsala encaje de forma armónica en el nuevo Porsche Panamera.

Los ajustes más precisos se realizan en una cabina de iluminación especial. "El camino comienza 18 meses antes de iniciarse la producción", explica Fett, ingeniero química. Ella muestra varios componentes en una fase temprana, que van del blanco al violeta, pero que no se corresponden en absoluto con el rojo maestro. Cinco factores juegan un papel importante en la fabricación de componentes: el material, las herramientas, el proceso, los parámetros de los procesos y las mezclas de pigmento del color. Cada tonalidad se desarrolla utilizando diferentes formulaciones de pigmentos. Sin embargo, cada una de dichas fórmulas reacciona de manera ligeramente distinta dependiendo del material o el proceso, lo que significa que el tono de color de la pieza acabada puede desviarse de las especificaciones. En el interior del nuevo Panamera se usan unos 40 materiales diferentes, y más de 70 proveedores están involucrados en el proceso de encaje de colores para las piezas compradas. "Encontrar el camino hacia un color correcto es un proceso interactivo", explica la experta Simone Fett. "Es como un gran rompecabezas. Gradualmente, el habitáculo se transforma de un color no armonioso a un diseño homogéneo. Eso requiere un alto grado de precisión y prestar mucha atención a los detalles".

Antes de que un nuevo color interior pueda pasar a la producción en serie tienen lugar cuatro exámenes. Todos los 600 componentes visibles se instalan entonces en una carrocería en blanco. Cuando los componentes se colocan de esa forma, uno junto a otro, no puede haber ninguna diferencia clara. Las desviaciones se registran metrológicamente usando un espectrofotómetro. Por ejemplo, puede ser que el color Marsala que queremos, contenga la correcta cantidad de rojo, pero demasiado azul, y quede un poco oscuro. Además, la superficie brillante se registra con un reflectómetro. Los valores calculados se utilizan para hacer cualquier corrección necesaria. El siguiente examen de color verá de nuevo todas estas pruebas, y se elegirá el tono ideal o al menos el que sea muy parecido al especificado. Al medir el color, el valor de reflexión espectral se identifica empleando un sistema de color estandarizado. Entonces, cada tono es definido de forma única con un modelo esférico tridimensional.

Una característica física especial es el metamerismo: las propiedades específicas del color de los pigmentos en diferentes condiciones de luz. Esto significa que un componente que se corresponde exactamente con el color Marsala a la luz del día puede mostrar desviaciones de color considerables en la luz artificial de un garaje. Por tanto, los pigmentos deben mezclarse de tal forma que siempre tengan una tonalidad uniforme en tres situaciones estándar de luz. "Podemos cambiar entre estos colores de luz en el estudio con sólo tocar un botón, para juzgar el efecto que se produce en cada situación", detalla Simone Fett.

A pesar de toda la complejidad de la tecnología de medición de altísima precisión que se utiliza, al final es el ojo humano el que decide sobre el efecto de un color que armonice en el habitáculo. El objetivo de esa armonización del color se consigue cuando se crea una sensación de satisfacción general en el interior del Porsche.


Sin embargo, el departamento especializado en encajar los colores del interior no sólo aporta conocimientos tecnológicos sobre materiales, químicos, colores y técnicas de fabricación dentro del proceso de calidad para los propósitos de preparar la producción en serie; además, también se involucra en una fase temprana en pruebas de viabilidad de los nuevos tonos y materiales que provienen del Porsche Design Studio.

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