sábado, 18 de febrero de 2017

LA ROTONDA

¿CUMPLEAÑOS O ENTIERROS?
                            Las distracciones, velocidad excesiva… 





¿Por qué cuando salimos de marcha, lo llevamos todo atado y bien atado menos nuestra seguridad y la de los demás? 
Asistimos frecuentemente al duelo de jóvenes que han dejado su vida en la carretera a altas horas de la madrugada. Situaciones antinaturales, de padres desgarrados por el dolor y la tristeza, de hermanos, abuelos, familiares que se vuelven a juntar esta vez en el dolor para dar el último adiós a ser joven ser querido que salió de casa con la sonrisa puesta y un día cualquiera la carretera nos los arrancó de nuestras vidas.


 No, no podemos llegar a entender el dolor de los familiares y amigos que desfilan por el tanatorio para despedir a sus seres queridos. “¿No puedo llegar a entender lo que ha pasado?”, “Con lo buenos chicos que eran”, “Nunca llegaremos a entender lo que ha pasado”, “Quien iba a imaginar que un día nos tocaría a nosotros”.

Cuanto de verdad puede haber en cada uno de los sentimientos que deambulan en una fría sala de tanatorio, cuantos tópicos salen del corazón de amigos y familiares en este tipo de situaciones. Alabanzas a los tristemente fallecidos, recuerdos que inundan estos tristísimos momentos…

En la vida, estamos acostumbrados a ver pasar la vida con naturalidad, y asistimos como espectadores a trágicas noticias que oímos en la radio, vemos en los distintos diarios, digitales o convencionales, e incluso vemos en la televisión, como si de ficción se tratara cada día, o cada semana, el resultado de amasijo de chapas y plásticos retorcidos salpicados de la sangre de las víctimas, que horas antes ocupaban ese vehículo, repleto de vida y que tranquilamente transitaban por esa carretera cualquiera, mientras el cinturón de seguridad, los airbags, y los distintos dispositivos de seguridad no han sido capaces de obrar el milagro. La temeridad o la negligencia humana, una vez más, aparecieron en esa recta o en esa curva, que frenaron la vida de esas personas que yacían allí junto al vehículo.

Sí, nos puede pasar a cualquiera. Pero para intentar evitarlo cada uno tenemos que poner de nuestra parte.

CONCLUSIÓN:

Durante las últimas semanas hemos acogido con satisfacción el nuevo Plan de Seguridad que quiere poner el Gobierno en marcha. Espero que no se quede negro sobre blanco y actué sin demora. La desaparición de tramos peligrosos, reducir el número de puntos negros de nuestra red viaria, señalizar, educar, y poner todos los instrumentos y personas para salvar vidas, es una de las mejores noticias con las que podíamos encontrarnos a comienzo de 2017.

Pero hay algo más desde las escuelas, institutos, grupos familiares, amigos, tenemos que concienciarnos que la responsabilidad de todos los actores que tienen que ver en la Seguridad Vial, conductores, peatones, educadores, políticos, marcas de automóviles, talleres, todos somos responsables ante las pérdidas humanas que se ocasionan a diario.

Tenemos la obligación de respetar las normas, y lo que es más importante, respetar a nuestros semejantes, prever o adelantarnos a los acontecimientos, por eso respetar las normas, velocidad, importantísimo para poder controlar nuestro vehículo en caso de un imprevisto, estar en perfecto estado físico y psíquico para ponernos delante de un volante.

Cruzar por los lugares indicados para la ocasión, ¿cuantos peatones mueren últimamente por no cruzar la vía por pasos de peatones? En definitiva, creo que recriminar a nuestros seres más queridos es mejor que llorarlos.

Seamos respetuosos y pongamos en un aprieto a nuestros Ayuntamientos y a la Dirección General de Tráfico, respetemos las normas, NO MAS MULTAS. SÍ MÁS VIDA.

Lo siento, pero "me gustan más los cumpleaños que los entierros".
Dejemos que la naturaleza haga su trabajo y nosotros el nuestro.

Familia muchas felicidades, podemos empezar a ponernos las pilas desde ¡ya!

Pepe Bejarano.




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